Mateo Melendreras García | Atsiame (Ghana)

Son muchas y variadas las maneras en que las personas se expresan a través de las prendas y las joyas dependiendo de la cultura a la que pertenecen. Adentrándonos en la cultura ghanesa, resulta recurrente encontrar a personas, mayoritariamente mujeres, que adornan sus cuerpos con coloridas cuentas de colores, hechas de cristales, semillas, conchas y plásticos.

Lo que a priori podría parecer una acción puramente decorativa, cuenta también con un significado más profundo y espiritual si nos remontamos a su tradición. El uso de estos abalorios está directamente ligado a la corriente religiosa tradicionalista africana, y se trata de una manera de poder diferenciar entre  cristianos y tradicionalistas.

En el tradicionalismo, estas cuentas muestran la creencia de la persona en los dioses ancestrales africanos. La parte del cuerpo más habitual donde se colocan estos abalorios es alrededor de la cintura, puesto que también acentúa la feminidad del cuerpo de la mujer, otro de los objetivos. En cambio, los hombres también pueden hacer uso de joyas en la cintura, pero se entienden como un modo de protección y ayuda de las fuerzas espirituales, y se podrá observar, por ejemplo, en guerras.

En el caso de llevar abalorios en los tobillos, además del factor estético que se aplica a cualquier tipo de joyería, puede ser una manera de comunicar que eres descendiente de un native doctor o chief priest, un líder espiritual encargado de realizar rituales ancestrales e incluso curaciones y herbología (medicina tradicional). Por otra parte, en los brazos suele observarse a la altura del antebrazo, y se trata de una manera de comunicar que esa persona no está sola, sino acompañado por las fuerzas y energías de los dioses.

Más allá de su significado espiritual, estas cuentas también sirven como herramientas para comunicar otros motivos. Por ejemplo, existen abalorios especiales para hermanos gemelos (ambos llevan la misma), o en el caso de funerales, las cuentas deben de seguir el protocolo de vestimenta propio del evento (rojas y negras en caso de la muerte de un adulto/joven, o blancas en caso de ancianos).

Además de los funerales, este tipo de adorno se encuentra presente en todo tipo de ritos tradicionales. El primer contacto con estas joyas se da en el rito del “outdooring”, primer rito al que se someten los ghaneses en el que se presenta al recién nacido al resto de la comunidad y se le da un nombre. Este rito suele realizarse entre los primeros 8 días de vida del nacido y se acompaña de prendas y abalorios blancos, puesto que en la cultura ghanesa el blanco simboliza la felicidad (al igual que cuando una persona de edad prolongada fallece y se celebra su vida).

Otro de los usos de los abalorios se da con la pubertad de las mujeres. En esta transición entre la infancia y la madurez, las niñas presentan más líneas de cuentas que anteriormente, para así comunicar su paso de niña a mujer. Tiempo atrás, era habitual que al llegar a la madurez sexual femenina, a estas cuentas se añadieran elementos sonoros, de manera que al caminar se emitiesen pequeños sonoros que informaban sobre su capacidad de poder tener hijos.

Si bien estas decoraciones cuentan con una larga historia de tradiciones y significados, actualmente permanecen como algo más bien estético y resulta común encontrar en los mercados ghaneses puestos que comercializan estos adornos, ya fabricados al por mayor y no de manera tan artesana y personalizada como en tiempos pasados. Por otra parte , podríamos destacar que el otro uso que permanece desde tiempos antiguos hasta hoy en día es la regulación del peso, de manera que al engordar los abalorios de la cintura suben hacia el abdomen, y al adelgazar quedan caídos, informando a la mujer de cambios en su peso habitual.

Mateo Melendreras García es estudiante de 3º curso del grado de Publicidad y Relaciones Públicas de la Facultad de Ciencias Sociales, Jurídical y de la Comunicación de la Universidad de Valladolid (España).