Lucía Fernández-Recalde Velasco | Atsiame (Ghana)

Ghana es uno de los países en desarrollo más endeudados del continente africano. Con. Una inflación disparada y a las puertas de un enésimo rescate financiero. Sin embargo, según datos del Banco Mundial, su tasa de desempleo es mínima: un 3,9%. Los trabajadores del sector primario como agricultores y granjeros conforman la mayoría de los oficios del país. Con todo, hay otro gran sector que predomina de la misma manera: la modista. En su mayoría son mujeres, aunque también hay hombres, que se encargan de confeccionar las prendas de vestir con telas y diseños propios ghaneses.

Bless es la encargada de ejercer esta profesión dentro en la comunidad del Atsiame. Nacida en Togo, pero residente Ghana desde que contrajo matrimonio, se ha convertido en una persona y profesional de referencia en la aldea. Con tan sólo 39 años es madre de tres hijos y ha logrado crear su propio local en el lugar donde vive su familia y donde además presta otros servicios como peluquería. En el local corta y peina el cabello a las mujeres que acuden a ella, tanto de los pueblos de alrededor como de la región del Volta. Es un oficio que aprendió cuando era una niña en su ciudad natal.

Si bien, el oficio de modista es mucho más reciente. Tras un trabajo de diagnóstico social llevado a cabo por la ONGd ADEPU en 2016, se vio la necesidad y el potencial que podría suponer para la comunidad de Atsiame organizar y poner en marcha un taller de confección para las mujeres desempleadas de la aldea y alrededores. Tras recaudar los fondos necesarios, empleados fundamentalmente en la compra de máquinas de coser, material de costura y el pago de una maestra encargada de enseñar el oficio, se puso en marcha este proyecto. Alrededor de una quincena de mujeres acudían semanalmente a las clases a aprender a coser y diseñar trajes desde un nivel básico.

El objetivo principal de este curso era el resultado que se logró conseguir con Bless. Una mujer desempleada que ha encontrado un modo de vida para empoderarse, ocuparse, sacar adelante a su familia y convertirse en una mujer con recursos para criar y mantener a su familia.

En la actualidad, Bless ha decidido ir un paso más allá: enseña y comparte sus conocimientos con dos jóvenes de la comunidad de 14 y 15 años de edad. Por las tardes, tras acabar la jornada lectiva en la escuela y hacer sus deberes, estas dos jóvenes acuden a la tienda para aprender el oficio de modista. Aunque no reciben un salario, aprenden una profesión que les permitirá ser mujeres independientes y autónomas a nivel personal y económico. Aunque el número de clientes de este oficio en Atsiame nunca será alto, las jóvenes suponen para Bless una ayuda fundamental para confeccionar las prendas con mayor rapidez y eficacia en los encargos que puntualmente recibe.

El marido de Bless ocupa también otro oficio fundamental en la comunidad: lotero. Regenta otro de los trabajos más conocidos dentro del país. Debido a la cercanía de sus puestos de trabajo, ambos conforman una familia muy popular y reconocida en Atsiame. Se trata de un lugar de reunión para pequeños y mayores situado en centro del pueblo. Alrededor de ambos trabajos gira la vida del pueblo, un lugar entre árboles frondosos, palmeras y arena de playa donde sentarse y conversar tranquilamente.

Como vemos, es un paso importante que la mujer y el hombre tengan cada uno un oficio propio, en plano de igualdad y dispongan de una economía propia que les ayude a vivir, sostener a la familia, criar a la prole y, definitiva, prosperar y avanzar desde la igualdad. Ejemplos como el de Bless no son del todo frecuentes en Ghana, aún siendo la mujer africana el motor económico no reconocido del continente, pero sin duda es un referente y modelo para mirar el futuro de la mujer con esperanza y oportunidades de libertad y autonomía.

Lucía Fernández-Recalde Velasco es estudiante de 4º curso del grado de Publicidad y Relaciones Públicas de la Facultad de Ciencias Sociales, Jurídicas y de la Comunicación de la Universidad de Valladolid (España).