Lucía Fernández-Recalde Velasco | Atsiame (Ghana)
Cuando hablamos de religión en África muchos siguen manteniendo una imagen tribal y espiritual. Sin embargo, a pesar de que este tipo de expresiones culturales siguen existiendo hoy día, muchas otras religiones tienen su presencia en Ghana. El cristianismo y el islamismo son las dos mayoritarias en el país. Estas dos, a su vez, conviven con multitud de religiones locales, que cada cual elige en función de su familia y creencias. Aunque pueda parecer extraño, la convivencia entre todas ellas es buena. No es una amenaza para las distintas comunidades. El respeto por las religiones propias y ajenas forma parte de la forma de ser, de convivir y pasar tiempo con personas con distintos credos.
El Juju es otra religión muy conocida dentro de la región del Volta. Según Ibo Banga, creador de la enciclopedia africana de SAGE Publications, sus raíces más espiritualistas con el uso de amuletos y objetos como elementos principales en sus prácticas, usualmente usados con propósitos de protección, han sido infundidos con un tipo particular de energía. El término Juju y las prácticas asociadas con él fueron llevadas a América desde África por los esclavos. Estas prácticas siguen vivas en algunas zonas del continente americano, principalmente en la costa pacífica de Colombia, Venezuela y en el norte de Ecuador.
Las comunidades ghanesas están formadas por personas de muy distintas religiones. Las personas adultas, principalmente, no conciben la ausencia de creencias, no por falta de respeto sino porque para ellos la religión no es una forma de vida, es la propia vida en sí. Se rinden a ella y confían plenamente en el poder que esta abarca, apoyándose en ella cada día para ser felices. No creer podría significar una ausencia de sentido vital que aún siendo menos comprendida sigue siendo de igual manera respetada que el resto.
La Constitución de Ghana, actualizada en 1992, afirma que el Estado cultivará entre todos los ghaneses el respeto de los derechos humanos, las libertades fundamentales y la dignidad de la persona humana. En el art. 26.1 dice textualmente: “Every person is entitled to enjoy, practice, profess, maintain and promote any culture, language, tradition or religion subject to the provisions of this Constitution”. Esto supone un apoyo a las religiones como hecho cultural idiosincrático y fundamental de Ghana. Como hemos dicho, el respeto y diversidad de religiones es una realidad, y estas no se interponen en el desarrollo de la vida cotidiana de las comunidades ni afecta negativamente en las relaciones interpersonales. De esta relación emanan valores como la empatía, cordialidad y amabilidad de una sociedad cargada de alegría, cooperación, diversidad y respeto.
Lucía Fernández-Recalde Velasco es estudiante de 4º curso del grado de Publicidad y Relaciones Públicas de la Facultad de Ciencias Sociales, Jurídicas y de la Comunicación de la Universidad de Valladolid (España).