María de la O Cortón y José Luis Parejo | Segovia (España)

Hace casi una década que la Facultad de Educación de Segovia de la Universidad de Valladolid, con el soporte de la ONGD ADEPU, envía estudiantes a realizar sus prácticas en Ghana (África) en el marco de un proyecto de aprendizaje-servicio. Muchos de los lectores de este diario se preguntarán qué sentido tiene formar a un futuro maestro en un aula y contexto tan diferente y adverso; qué sentido tiene enseñar en un aula sin recursos, con una ratio elevada con niños de diferentes edades y niveles de aprendizaje; qué sentido tiene vivir en clima tropical, a más de 6000 kilómetros de casa. Nuestros estudiantes aprenden a ser maestros a través de una práctica de cooperación internacional al desarrollo, prestando un servicio a las comunidades y escuelas de Larabanga y Atsiame donde se integran en Ghana. El ejercicio de la profesión de maestro comporta una serie de valores que son hoy más necesarios que nunca en un mundo global donde existen cada vez más desigualdades entre el norte-sur, por razón de género o de cualquier otra índole, donde se generan conflictos bélicos y desplazamientos forzosos de población, donde se acentúan las consecuencias derivadas del cambio climático a través de catástrofes naturales. Ante estas circunstancias, ¿qué respuesta debe dar una facultad de educación?  Concebimos la formación del maestro como un aprendizaje disciplinar de las materias propias del currículo de la etapa escolar pero una formación conectada con la realidad. Una realidad no exenta de situaciones problemáticas a nivel social, cultural y educativo, que requiere un posicionamiento ético y cívico. Aquí es donde toma sentido el Prácticum en Ghana. La solidaridad, el compromiso social, el respeto, la resiliencia, la cooperación, la tolerancia, etc. son valores que se vivencian y adquieren a través de esta experiencia.

La organización de este proyecto no es sencilla, como tampoco lo fueron sus inicios o, por ejemplo, la gestión traumática de dos pandemias (ébola y COVID-19). Poco a poco, con esfuerzo y trabajo, hemos ido creando un procedimiento que garantiza la realización de unas prácticas rigurosas a nivel profesional y humano. Tras unas jornadas informativas, los interesados pasan por un exigente proceso de formación y selección. En una primera fase, los estudiantes deberán adquirir una formación básica y especializada, organizada y financiada por un proyecto de innovación docente de la UVa. La formación básica dura un fin de semana y se lleva a cabo en las instalaciones del CENEAM y ofrece un conocimiento sobre la cooperación educativa en África. Esta formación cuenta con 7 ediciones, es gratuita y está impartida por ponentes de primer nivel y por antiguos voluntarios que exponen su experiencia. También se organizan talleres especializados en didácticas de las matemáticas e inglés u otros monográficos. El total de horas de formación exigidas ronda las 50, además se recomienda y valora especialmente la realización del curso de introducción a la cooperación que organiza el Área de la UVa. En una segunda fase se requiere a los estudiantes interesados la siguiente documentación: certificación de la formación anteriormente descrita, un ensayo donde expliquen su motivación personal, al menos una carta de recomendación de algún profesor o profesional que avale la candidatura, el currículum vitae donde indiquen la experiencia en el ámbito asociativo, el expediente académico y el nivel de inglés acreditado. En una tercera fase se realiza una entrevista personal por parte de una comisión mixta, formada por miembros de la Universidad y de la ONGd, donde se revisa la documentación aportada y se pone en situación al estudiante de la labor que deberá desempeñar en Ghana. En una cuarta fase, una vez hecha la selección, se invita a los estudiantes a participar en una jornada de convivencia como paso previo al viaje de cooperación y se les explica y firman un código ético del voluntariado donde se recogen las normas y principios que rigen la labor de cooperación en Ghana.

 

En un principio, el proyecto estaba dirigido solo a estudiantes de la Facultad de Educación de Segovia, dado que era la sede social de la ONGd ADEPU. Posteriormente, se incorporaron estudiantes de otros centros: desde el curso 2016/17, de la Facultad de Educación de Palencia (estudios de Magisterio y Educación Social) y desde el curso 2017/18, de la Facultad de CC. Sociales, Jurídicas y de la Comunicación de Segovia (estudios de Publicidad y Relaciones Públicas). Esta colaboración intercampus e interdisciplinar ha supuesto un importante enriquecimiento del proyecto ya que aborda con mayor amplitud las demandas y necesidades de las comunidades con las que trabajamos en Ghana. Educación y Comunicación se unen con el interés de propiciar una nueva mirada, crítica y comprometida, de la realidad africana y de la labor que los aprendices de maestros realizan en las escuelas ghanesas. En el horizonte cercano está ampliar el proyecto al resto de centros de Educación de la UVa y al ámbito de la salud y ecología.

Las prácticas de Ghana tienen plena validez y reconocimiento oficial, dado que la UVa tiene suscrito un convenio de colaboración para la realización de prácticas externas con la ONGd ADEPU, mediante el cual los estudiantes adquieren en el Suplemento Europeo al Título de maestro la constancia de esta experiencia internacional. Además, los estudiantes vinculan la temática de sus trabajos fin de grado con la labor desempeñada en Ghana. De este modo, se transfiere toda la formación académica adquirida por el estudiante en la carrera a un contexto de cooperación. Por otro lado, el servicio de Relaciones Internacionales ofrece al estudiante una beca para la financiación del desplazamiento, mantenimiento y seguro médico. En 2021, la Unión Europea aprobó el proyecto Erasmus + KA107 de colaboración entre la UVa y la Universidad de Ghana. Este proyecto permitirá el intercambio recíproco en el ámbito académico y científico entre estudiantes de grado y postgrado (máster y doctorado) y docentes de ambas instituciones. Este hecho no hace sino acrecentar y consolidar las relaciones que veníamos manteniendo con este país africano.

 

Desde estas páginas queremos expresar un testimonio público de agradecimiento al vicerrector del campus de Segovia, Agustín García Matilla, decanos y vicedecanos de prácticas, área de Cooperación Internacional, servicio Relaciones Internacionales y responsables en los centros, personal de gestión académica, profesores tutores, coordinadores de ADEPU sobre el terreno, directores, maestros tutores y alumnado de las escuelas de Larabanga y Atsiame, y, muy especialmente, a los cerca de 75 estudiantes que han formado parte de ese proyecto a lo largo de esta década y a los 14 que este curso académico lo harán, a  los que deseamos mucha suerte.

 

María de la O Cortón, vicedecana de Prácticas y Estudiantes de la Facultad de Educación de Segovia de la Universidad de Valladolid

José Luis Parejo, profesor del Departamento de Pedagogía de Segovia de la Universidad de Valladolid

 

 

* Artículo publicado en el periódico El Adelantado de Segovia el 9/9/2021